Nuestras actividades se extienden por todo el territorio de la comarca de la Garrotxa, situada en el norte de Catalunya, en la cuenca alta del río Flúvia, Muga y la riera de Amer y el Llémena.

La Garrotxa esta formada por dos sectores diferenciados: la Alta Garrotxa montañosa, casi deshabitada, dónde predominan los elementos naturales y los parajes salvajes, y la plana agrícola e industrial, con diversos núcleos de población entre los cuales se encuentra la capital, la ciudad de Olot. 

Casi la mitad de la superficie comarcal esta legalmente protegida. Es una comarca dónde la población esta muy concentrada en una área pequeña pero actualmente se registra un ligero crecimiento principalmente a causa de la inmigración extranjera.

La Garrotxa tiene un nivel de vida superior a la media de Catalunya gracias a la diversificación de la economía. La agricultura ocupa un 3,7% de la población activa y la industria un 38,5%, dos datos superiores a la media catalana. La industria es diversificada, hay poca incidencia de la construcción y la actividad turística esta principalmente relacionada con el Parque Natural.

El paisaje de los alrededores de Olot es valorado y apreciado desde hace décadas. A principios del siglo XX, fue el tema central de la Escuela de pintura conocida como la Escuela de Olot.

La sensibilidad frente la protección del paisaje esta fuertemente arraigada entre la población local y fue la movilización popular a favor del paisaje el hecho que aceleró la protección legal de la zona volcánica.

La zona volcánica de la Garrotxa con más de cuarenta conos volcánicos, coladas de lava y otras manifestaciones eruptivas, es un sitio único en la península Ibérica para el estudio de los fenómenos volcánicos. Por esta razón, el año 1982 se declaró Parque Natural.

El Museo de los Volcanes, situado en una antigua casa señorial, permite conocer las causas y características del vulcanismo

La vegetación esta integrada en el paisaje urbano. Al inicio del siglo XX se urbaniza eixample Malagrida siguiendo el modelo de ciudad-jardín inglés. El proyecto de Olot, ejecutado solo en parte, consiste en la urbanización de un conjunto de avenidas y plazas arboladas que han permitido acercar la naturaleza en el interior de la ciudad.

El río Fluvià ha sido uno de los principales motores económicos de la ciudad de Olot y de los principales vecinos, como Sant Joan les Fonts.

Sus aguas se aprovecharon desde antiguo como fuente de energía para los molinos y, posteriormente, para las fabricas. La presa y el molino fariner de Sant Roc son un testimonio de esta larga tradición que tuvo su máximo exponente en el uso del agua para la industria textil.

La elevada fertilidad de los suelos volcánicos han hecho que las valles de alrededor de Olot hayan tenido históricamente una importante actividad agraria, actualmente en recesión a causa del crecimiento urbano e industrial.

Hasta mediados del siglo XX un carrilet de vía estrecha unía Olot y Girona al puerto de Sant Feliu de Guíxols. Desde 1997 el recorrido es una Vía Verde destinada al paseo a pie o en bicicleta.

Envuelta por el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, la ciudad de Olot se extiende a lo largo del valle del Fluvià y del Riudaura, en un conjunto de barrios que se unen con los pueblos del alrededor formando un continuo urbano.

La Alta Garrotxa es un espacio protegido que en las ultimas decadas ha incrementado notablemente su masa forestal a causa de la despoblación y de un abandono del carboneo, la agricultura y la pastura. Estas actividades tradicionales han sido substituidas progresivamente por un incipiente turismo rural y deportivo.

Los conos volcánicos de Montolivet, Motsacopa y la Garrinada, situados en el centro de Olot, juntamente con el río Fluvià han condicionado la forma de la ciudad.

La Fageda d’en Jordà es un bosque de hayas singular, situado sobre un terreno volcánico llano de baja altitud. El paisaje de la caída de la hoja se ha convertido en una atracción turística de cada otoño.